Fisioterapia Activa y Pasiva, ¿En qué se diferencian?

Conoce las principales diferencias entre la fisioterapia pasiva y la activa. PROS y CONTRAS de cada una de ellas

En el mundo de la fisioterapia, dos enfoques principales emergen: la fisioterapia pasiva y la fisioterapia activa. Ambas ofrecen beneficios y desafíos únicos para los pacientes, y entender las diferencias entre ellas es crucial para determinar el mejor tratamiento. En este blog, exploraremos en profundidad estos dos enfoques, destacando sus pros y contras.

Fisioterapia Pasiva:

La fisioterapia pasiva implica tratamientos en los cuales el paciente no participa activamente, sino que recibe terapia de manos de un profesional. Estos tratamientos pueden incluir masajes, terapia con calor o frío, electroterapia, ultrasonido, entre otros.

Pros de la fisioterapia pasiva:

Relajación Muscular: Los tratamientos pasivos como el masaje y la terapia de calor pueden ayudar a relajar los músculos tensos y reducir el dolor.

Accesibilidad: Estos tratamientos son pasivos para el paciente, lo que significa que no requieren un esfuerzo físico significativo por parte de este.

Contras de la fisioterapia pasiva:

Dependencia: Los pacientes pueden volverse dependientes de la terapia pasiva y no aprender las habilidades necesarias para autogestionar su condición a largo plazo.

Limitado Efecto a Largo Plazo: Aunque proporciona alivio temporal, la fisioterapia pasiva por sí sola puede no abordar las causas subyacentes del problema y, por lo tanto, puede no ser efectiva a largo plazo.

Fisioterapia Activa:

La fisioterapia activa implica la participación activa del paciente en su propio tratamiento, a menudo a través de ejercicios y actividades diseñadas para mejorar la fuerza, la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación.

Pros de la fisioterapia activa:

Empoderamiento del Paciente: La fisioterapia activa capacita a los pacientes para que tomen el control de su propia recuperación al enseñarles ejercicios y estrategias que pueden realizar por sí mismos.

Aborda las Causas Subyacentes: Al trabajar en el movimiento y la función, la fisioterapia activa puede abordar las causas subyacentes del dolor y la disfunción, lo que lleva a resultados más duraderos.

Contras de la fisioterapia activa:

Mayor Esfuerzo Requerido: La fisioterapia activa puede requerir más esfuerzo por parte del paciente, lo que puede ser desafiante, especialmente para aquellos con dolor agudo o limitaciones físicas severas.

Necesidad de Supervisión: Algunos ejercicios activos pueden requerir supervisión para garantizar que se realicen correctamente y para evitar lesiones adicionales.

Conclusión:

Aunque tanto la fisioterapia pasiva como la activa tienen su lugar en el tratamiento de diversas condiciones, la evidencia sugiere que la fisioterapia activa puede ofrecer beneficios más duraderos y una mayor capacidad para abordar las causas subyacentes del dolor y la disfunción.

Un estudio publicado en el «Journal of Orthopaedic & Sports Physical Therapy» encontró que la fisioterapia activa era más efectiva que la pasiva para el tratamiento del dolor lumbar crónico, con resultados positivos a corto y largo plazo. Otro estudio en el «Journal of Physical Therapy Science» concluyó que los programas de ejercicio terapéutico activo eran más efectivos que la terapia pasiva para mejorar la función física en pacientes con osteoartritis de rodilla.

Además, la fisioterapia activa promueve la participación activa del paciente en su propio proceso de curación, lo que puede llevar a una mayor adherencia al tratamiento y una mejor calidad de vida a largo plazo. Al aprender técnicas de autoadministración y desarrollar habilidades para el autocuidado, los pacientes pueden reducir su dependencia de la terapia pasiva y mantener los beneficios del tratamiento a largo plazo.

En conclusión, si bien tanto la fisioterapia pasiva como la activa tienen su lugar en el arsenal de herramientas del fisioterapeuta, la evidencia respalda la eficacia y los beneficios a largo plazo de la fisioterapia activa. Al capacitar a los pacientes para que se conviertan en participantes activos en su propia recuperación, la fisioterapia activa no solo alivia los síntomas, sino que también aborda las causas subyacentes del dolor y la disfunción, promoviendo una mejoría duradera en la función y la calidad de vida.

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